La combinación elegida para su boda por Alberto y Judit con la solemne ceremonia en el Pilar y la posterior fiesta en Las Hiedras es una magnífica selección.
Pero, vamos por partes. Mientras Alberto ultimaba los preparativos en la casa de sus padres, la casa de Judit era un inmenso jardín lleno de flores. Eva Pellejero se encargó de la peluquería y del maquillaje con maestria y exquisita puntualidad de manera que cuando llegaron los padres y familiares la novia ya casi estaba preparada. Para los preparativos, la ayuda de la hermana y la mejor amiga dan una tranquilidad que la novia siempre agradece en esos minutos previos a la boda.
Tanto La Basílica del Pilar como la Cateral: La Seo del Salvador, tienen unas normas estrictas de comportamiento que nos son dadas a los fotógrafos para el desempeño de nuestro trabajo. En ocasiones estas normas limitan nuestro trabajo pero ciertamente lo importante es la ceremonia y estas limitaciones benefician a la solemnidad del acto.
El marco no puede ser mas grandioso y el altar mayor, durante la boda tiene restringido el acceso a turistas, uno se siente sobrecogido bajo esas cúpulas con sus frescos, que iluminan el alabastro del altar de la Asunción, obra de Damian Forment.
La llegada de Judit, con los pajes esperando y la entrada con Alberto aguardando al final del interminable pasillo franqueado por invitados es de los momentos mas emocionantes para una novia.
La ceremonia fué oficiada por Don Isidoro de Miguel y las miradas de complicidad las captamos con nuestros teleobjetivos frecuentemente.
A continuación, mientras los invitados llegaban a la Casa de Las Hiedras, aprovechamos unos pocos minutos para hacer las fotos de recién casados, muy poco posadas, casi como un paseo y … ¡A disfrutar de la fiesta, que de eso se trata!
Una de las cualidades de Las Hiedras es los diferentes ambientes con los que cuenta, con un jardín inferior ( donde en ocasiones se recibe a los invitados y toman la primera copa o hacen ceremonias civiles) y un jardín superior entre preciosas edificaciones con un precioso arbolado de plataneras que dan una muy agradable sombra. A la entrada, en el paseo de olivos, las invitadas pudieron colocarse comodamente los cubretacones para caminar por el cesped.
Tambien tiene un precioso invernadero que, en este caso, utilizamos para hacer las fotografías con familiares y amigos antes de la comida y con una cuidada decoración albergó el posterior baile y fiesta.
Son centenares los momentos que pudimos capturar durante la comida con los amigos y los familiares que han quedado para recordar en su precioso album. Comparto unas pocas instantaneas que espero os gusten.